No todo fue color de rosa: la vida de la Reina Sofía estuvo marcada por la tristeza y el desamor
La madre del Rey Felipe VI ha atravesado durísimos momentos.Prácticamente desde que nació, la vida de la Reina Sofía ha estado marcada por sus deberes reales. Pero no todo ha sido coronas, vestidos impresionantes y felicidad.
Los padres de la Reina emérita de España se han ausentado de su día a día con motivo de su viaje por Grecia luego de recuperar el trono. Pero su infancia se caracterizó por el exilio.

Y a pesar de ser la mayor de sus hermanos, en ningún momento la esposa del Rey Juan Carlos I fue heredera al trono, ya que desde un principio ese rol le correspondió a su hermano Constantino.
La Familia Real griega tuvo que afrontar las terribles consecuencias que la Segunda Guerra Mundial dejó en la mayor parte de Europa: tal es así que la tierra natal de la madre del Rey Felipe VI fue invadida por las fuerzas del Eje -junto a Italia, Alemania y Bulgaria-, motivo que provocó que su familia abandonara la nación.

Tras haber pasado por varios países, la travesía de la suegra de la Reina Letizia y su familia culminó cuando ella tenía ocho años. Sumidos en la tristeza y la pobreza, sobrevivieron gracias a la solidaridad de sus seres queridos.
A su regreso a Grecia, lo cierto es que el padre de la nacida en Psykhikó, el rey Pablo, ocupó su lugar en el trono, desencadenando así que ella viviera sus años más felices tras muchos difíciles.

Posteriormente, la abuela de Leonor y Sofía de Borbón estudió Bellas Artes y Arqueología en la Universidad de Atenas, al mismo tiempo que en Alemania se formó en puericultura.
Finalmente, podemos decir que, en el plano sentimental, la Reina Sofía casi llega al altar con Harald de Noruega, de quien, según afirman muchos biógrafos, estaba muy enamorada. Pero él se casó con Sonia Haraldsen. Por fortuna, su camino y el del Rey Juan Carlos se cruzaron, por lo que en mayo de 1962 dieron el “Sí, acepto”.